Entendí que no te importa nada de lo que haga, incluso nunca te importó. Entendí que fui un juego y salí perdiendo. Entendí que algunas personas nunca cambian y que es inútil esperanzarse por ellas. Entendí que dices mucho y haces poco, que eres capaz de hacer daño, pero no de recapacitar. Entendí que no hay un modelo perfecto y que en realidad tú nunca lo fuiste. Entendí que muchas veces dije que "olvidar es fácil", pero nunca fui capaz de ponerlo en práctica. Entendí que perdí mi tiempo en formar parte de algo que nunca fue. Entendí que para ti las palabras se las lleva el viento, mientras a mi me invaden los recuerdos. Entendí que el justificar tus fallos sirvió nada más que para desconfiar de mí misma. Entendí que por ti perdí más de lo que gané.
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